Nuestro carbón de espino es hecho de forma tradicional en hornos de barro. El horno a carbón se distingue del de pan por el hecho que tiene hoyos en forma regular por todo la superficie. El propósito de ellos es permitir ir cerrando progresivamente los hoyos con barro y sofocando el fuego para producir el carbón.
El espino, Acacia caven, es quizás el árbol más característico de nuestro paisaje. Es de la família de las mimosas, una leguminosa, que fija nitrogeno naturalmente en el suelo. Uno puede observar que el pasto siempre crece más tupido debajo de la copa de los espinos. El ganado ramonea con gusto las hojitas verdes en el período seco y también se comen la quirinca o la semilla que tiene como cualquier poroto un valor nutricional inigualado.
La leña del espino es dura, se quema lentamente y produce buen calor. Estas características se pueden apreciar en su carbón por el calor fuerte y parejo que produce y lo hace ideal para hacer asados.